Destacó por difundir en Europa la utilidad práctica del sistema
de numeración indo-arábigo frente a la numeración romana. Fue el primer europeo
en descubrir la sucesión numérica que lleva su nombre (la sucesión de Fibonacci).
Fue consciente desde joven de la superioridad de los números
árabes, con un sistema de numeración decimal, notación posicional y un dígito de
valor nulo, el cero, el cual era novedad. Viajó a través de varios países del Mediterráneo
para estudiar los matemáticos árabes más destacados de la época.
1200 – Regresa de su viaje por el Mediterráneo
1202 – Publica sus investigaciones en el Liber abaci (El
libro de cálculo). En esta obra, muestra la importancia del nuevo sistema de numeración
y lo aplica a la contabilidad comercial, a la conversión de pesos y medidas,
cálculo, intereses monetarios y otras aplicaciones. Describe la notación
posicional, el cero, la descomposición en factores primos o los criterios de divisibilidad.
Esta obra fue recibido con mucho interés por el público académico de la época.
Se incorpora a la corte del emperador Federico II de Hohenstaufen
al cual le interesaban las matemáticas y la ciencia.
1225 – Publica su cuarto libro y el más famoso: Liber
Quadratorum (El libro de los números cuadrados) que surge a partir de un desafío
de Teodoro de Antioquía, matemático de la corte de Federico II, en el que propone
encontrar un cuadrado al que si se le sumaba o restaba el número cinco, diera como
resultado en ambos casos números cuadrados. En esta obra introduce también los números
denominados congruentes o la identidad de Fibonacci.
1240 – La República de Pisa el concede un salario permanente
en agradecimiento por sus servicios a la contabilidad de la ciudad.
Publica Practica Geometriae, dividido en siete capítulos en los que aborda problemas de geometría dimensional sobre figuras planas y sólidas.
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