Cultura Tiahuanaco

Puerta del Sol.
 Puerta del Sol. 
Cultura Tiahuanaco

(ca. 1500 a. C. - 1187 d. C.)

La Cultura Tiahuanaco o Tiwanaku fue una civilización precolombina del Antiguo Perú con centro en el lago Titicaca y que se expandió por el territorio de los actuales oeste de Bolivia, este de Perú y norte de Chile durante el periodo comprendido entre los años 1500 a. C. y 1187 d. C. aproximadamente. Fue la cultura de presencia más prolongada del área andina.

El núcleo de la cultura Tiahuanaco se concentraría en la ciudad de Tiwanaku situada en la orilla sur del lago Titicaca. Logra su máxima expansión entre 900 y 1.200 d. C. albergando hasta 40.000 habitantes. Alrededor del año 1.200 d. C. la ciudad fue abandonada repentinamente.

La cultura Tiahuanaco fue descubierta por el cronista español Pedro Cieza de León en el siglo XVI y posteriormente estudiada por arqueólogos como Alcide De’Orbigny, Ephraim Squier o Charles Weiner en el siglo XIX. Durante el siglo XX destacan las investigaciones d Wendell Bennett, Carlos Ponce Sanginés, David Broman, Marc Bermann o Juan Albarracín-Jordán y Sonia Alconini entre otros.

Periodos:

La cultura se puede clasificar en los siguientes periodos:

  • Periodo Aldeano (1500 a. C. – 50 d. C.)

La ciudad de Tiwanaku estaba formada por casas rectangulares con techos a dos aguas adosadas a un recinto circular donde se cocinaba. Sus cimientos eran de piedra y los muros de adobe. Las casas se comunicaban mediante calzadas. No existen vestigios de centros religiosos o monumentales, lo que hace pensar que no existían clases sociales muy marcadas.

Los entierros ceremoniales se realizaban en cestas de piedra. Entre los restos hallados se encuentran varios cuerpos a cuyos cráneos se les había practicado una deformación,

La economía durante este periodo se basaba en el cultivo de la papa que era deshidratada y posteriormente almacenada en chuños. También se cultivava la oca.

Lograron domesticar la llama, permitiéndoles el pastoreo y utilizarlos para formar caravanas utilizadas en el intercambio de productos. Su lana fue empleada en textilería y su carne constituyó una fuente importante de proteínas.

En cuanto a la metalurgia, trabajaron metales como el cobre, el oro y la plata. También conocían el cinabrio, la sodalita o la obsidiana para fabricación de flechas.

Destacan sus vasijas globulares decoradas con motivos animales y antropomórficos.

  • Periodo Urbano (45 d. C. – 700 d. C.)

La ciudad de Tiahuanaco pasa de ser una aldea y se convierte en una gran ciudad con un núcleo destinado a construcciones ceremoniales rodeadas de viviendas.

En esta época se desarrolla un estilo de alfarería realista que influenciará otras culturas como la wari y que está caracterizado por el uso del zig-zag y formas geométricas, motivos antropomórficos y de fauna nativa.

  • Periodo Imperial (700 d. C. – 1187 d. C.)

En esta época, Tiahuanaco se expande a partir de los enclaves anteriores por toda la costa y en los valles andinos, alcanzando su influencia el altiplano y la sierra. Este desarrollo fue posible probablemente por su desarrollo agrícola y una potente actividad comercial y de producción de bienes.

A partir del siglo X, la cultura Tiahuanaco entra en decadencia debido a las malas cosechas por las sequías. En el siglo XII sufre una guerra civil que provocaría su colapso y fragmentación en estados regionales aimaras como el reino colla, lupaca y pacajes.

Organización política en la cultura Tiahuanaco:

Su organización está caracterizada por ser de tipo teocrático. No se tiene constancia de poseer una gran fuerza militar. A partir del 400 d. C. refuerza su poder religioso y concentra las ceremonias y el culto en la ciudad de Tiahuanaco.

Economía:

Su economía estaba basada en actividades agrícolas, ganaderas y artesanales. Manejaron el transporte comercial de la hoja de coca y el maíz desde las zonas cálidas hasta el centro religioso de Tiwanaku.

Religión:

Adoraban al Dios Wiracocha o del Báculo, principal dios de los tiahuanacotas. Este ser representaba un dios celestial y que probablemente influiría en las deidades aimaras e incas. Su expresión más conocida la encontramos en la Puerta del Sol.

Existen evidencias de que utilizaron alucinógenos, hojas de coca y semillas de huilca para sus actividades religiosas. Sus ritos presentan gran complejidad, incluyendo sacrificios humanos y animales.

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