(1547- 1616)
· Ocupación: escritor y militar español
· Nacimiento: 29 de septiembre de 1547, Alcalá de Henares, España
· Nacimiento: 29 de septiembre de 1547, Alcalá de Henares, España
Sinopsis: Miguel de Cervantes es considerado el mayor escritor de todos los tiempos, famoso por su obra El Quijote. Su genio consistió en introducir técnicas e ideas revolucionarias para su época. Consiguió burlar la censura, introduciendo ideas contra la religión y el orden social vigente. Su influencia es decisiva en la literatura universal.
El Quijote es un hito fundamental pues marca el inicio de la novela moderna. Constituye una crítica feroz contra el idealismo (encarnado en el Quijote) y el orden social y moral de su época así como una de las primeras obras que tratan con dignidad a los personajes humildes (Sancho).
Línea del Tiempo:
El Quijote es un hito fundamental pues marca el inicio de la novela moderna. Constituye una crítica feroz contra el idealismo (encarnado en el Quijote) y el orden social y moral de su época así como una de las primeras obras que tratan con dignidad a los personajes humildes (Sancho).
Línea del Tiempo:
1570 d. C.
- 1547 - Nace en Alcalá de Henares (España) en el seno de una familia de posible origen converso. Su padre habría sido cirujano.
- 1566 - Se traslada a Madrid donde estudia en el Estudio de la Villa. Está documentada su afición por el teatro y su asistencia a las representaciones de Lope de Rueda en sus años juveniles
- 1569
- Existe documentación en la que Felipe II manda prender a un Miguel de Cervantes, acusado de herir en duelo a Antonio Sigura, un maestro de obras. Si esto es cierto podría ser una de las razones por las que viajó a Italia.
- En diciembre llega a Roma donde se empapa del estilo del arte italiano
- 1570 - Se pone al servicio del cardenal Giulio Acquaviva, siguiéndolo por toda Italia. Posteriormente lo deja para servir como soldado en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de la Moncada
- 1571 - El 7 de octubre participa en la Batalla de Lepanto, formando parte de la armada cristiana dirigida por don Juan de Austria. En la misma pierde la movilidad de la mano izquierda de donde procede su apodo de Manco de Lepanto (realmente no fue manco sino que perdió el movimiento de su mano)
- 1572 - No siendo sus heridas graves, retoma su vida militar y participa en las expediciones de Navarino, Corfú y Bizerta
- 1573
- Participa en las expediciones de Túnez al mando del capitán Manuel Ponce de León
- Viaja a Nápoles (Italia) donde permanece dos años
- 1575
- Cautiverio en Argel. Durante su regreso de Nápoles a España en la galera Sol, es capturado por una flotilla turca y es apresado durante 5 años en Argel junto a su hermano Rodrigo. Se convierte en esclavo de Dali Mamí. Al tener en su posesión cartasa de recomendación para don Juan de Austria y del duque de Sessa hizo pensar a sus captores que Cervantes era una persona muy importante por la que poder conseguir un importante rescate. Llegan a pedir quinientos escudos de oro por su libertad.
- Durante los cinco años de cautiverio, Cervantes trata de escapar en cuatro ocasiones.
- 1577 - Su madre consigue reunir una parte del rescate para rescatar a los dos hermanos presos en Argel. Tras concertar tratos y no ser la cantidad suficiente, Miguel prefirió que fuera puesto en libertad su hermano Rodrigo, quien regresó a España.
- 1580 - Llegan a Argel los padres trinitarios (encargados de negociar la liberación de cautivos) que consiguen reunir los 500 escudos de oro exigidos, cuando Cervantes estaba siendo trasladado a Constantinopla. Es liberado finalmente el 19 de septiembre y regresa a España el 24 de octubre con otros cautivos también rescatados. En diciembre regresa con su familia a Madrid.
- 1581
- Se traslada a Portugal, donde estaba entonces la corte de Felipe II con el objetivo de rehacer su vida y pagar las deudas que su familia contrajo para su liberación de Argel.
- Se le encarga una misión secreta en Orán por sus conocimientos del norte de África, por la que recibió 50 escudos.
- 1582 - Solicita sin éxito un puestro de trabajo en las Indias
- 1584
- Nace su hija Isabel Rodríguez, de su relación con Ana Villafranca de Rojas, esposa de un tabernero
- Contrae matrimonio con Catalina de Salazar y Palacios
- 1585
- Escribe El cerco de Numancia
- Escribe La Galatea
- 1587 - Viaja a Andalucía como comisionario de la Armada Invencible
- 1588 - Se establece en Sevilla y trabaja como comisario de abastos de los barcos reales
- 1594 - Ejerce como recaudador de impuestos atrasados, empleo que le acarrea numerosos problemas y disputas
- 1597 - Es encarcelado en la Cárcel Real de Sevilla tras la quiebra del banco en el que depositaba la recaudación tras ser acusado de haberse apropiado de dinero público e irregularidades en las cuentas que llevaba. Durante ese periodo en la cárcel comienza a escribir Don Quijote de la Mancha.
- 1604 - Se instala en Valladolid, Corte Real en aquel momento.
- 1605 - El censor Antonio de Herrera y Tordesillas autoriza la impresión de su obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
- 1613 - Se publican las Novelas ejemplares, doce narraciones breves
- 1614 - Se publica el Viaje del Parnaso
- 1615
- Se publica la segunda parte del Quijote
- Publica Ocho comedias y ocho entremeses
- 1616 - Muere en Madrid (España)
- 1617 - Se publica de manera póstuma Los trabajos de Persiles y Sigismunda, novela bizantina de aventuras
Fragmento de Don Quijote y su aventura con los molinos:
"En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
–La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas:
–Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete..."
–La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas:
–Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete..."
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